viernes, 17 de marzo de 2017

Después de haber leído un artículo de Manuel Área y, tras el planteamiento de tres preguntas de la profesora Paz (¿Qué concepción pedagógica impide un uso innovador de la tecnología? ¿Qué características debe tener una buena práctica educativa? ¿Qué papel debe jugar el estudiante en una buena práctica educativa?), me dispongo a hacer un pequeño comentario crítico para que os hagáis una idea de lo que he leído y lo que yo creo…

Hoy en día el impacto de las TIC en las escuelas es inmenso debido a que todos o, la gran mayoría de los estudiantes tienen un ordenador propio, una Tablet o un móvil, los cuales le dan acceso a Internet o, simplemente a poder darle uso a las aplicaciones que estos objetos  nos pueden ofrecer.

Pero, siguen existiendo muchas cosas que no nos permiten ser creativos con la tecnología y, ¿a qué se debe esto?

Por un lado, a que en los centros escolares no se hace tanto uso de las tecnologías como en casa o, como dicen A. Marchesi y E. Martín (2003), en un estudio de casos en centros educativos que utilizaban las TIC realizado en España, concluyeron que el modelo de enseñanza que comparten mayoritariamente profesores y alumnos utilizando las TIC en el aula es de carácter expositivo o de transmisión de información y que no supone necesariamente una alteración o innovación significativa del modelo de enseñanza que utiliza el profesor tradicionalmente.

Fuente
Entonces, lo que se debería hacer, es tener una visión menos tradicionalista e intentar ir introduciendo las tecnologías en las aulas haciendo uso de aplicaciones interesantes como Popplet, Aurasma, Chatter Pix Kids, entre muchas otras y, que nos permiten crear murales, esquemas, vídeos, etc. de una manera interactiva y didáctica que hará una forma de aprender mucho más entretenida para los niños y niñas.

Para que exista pues una buena práctica educativa, debe ser aquella que se centre en compaginar el método tradicional en donde el docente trasmita sus conocimientos a los alumnos, con una educación de la escuela nueva en la que el alumno pueda ser creativo a partir de los conocimientos que va adquiriendo, y, pueda hacer uso de las tecnologías en el aula y en casa para innovar aún más. Podrán desarrollar más su imaginación creando proyectos en la web, comunicándose por internet o a través de app, trabajando en la nube, etc.

Debemos permitir que sean los alumnos quienes creen su propio conocimiento y nosotros los vayamos guiando y ayudando cuando no sepan seguir. Así conseguiremos estudiantes capaces de organizarse, resolver los problemas que les planteemos, buscar información, etc.



Haremos estudiantes CRÍTICOS, algo muy interesante hoy en día. ¿No creéis?

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