En
la entrevista en la que Yuval Noah Harari nos habla un poco acerca de su libro,
nos encamina a reflexionar sobre si la mayoría de las personas serían
innecesarias en el siglo XXI, lo que nos lleva a pensar qué es lo que nos
deparará el futuro.
El último
siglo estuvo marcado por acontecimientos como la disminución del hambre, la
delimitación de las guerras, por lo que se vive bastante mejor que antes. Esto
último es, quizás algo contradictorio según quien lo vea, pues la clase social
alta cada vez tiene más poder adquisitivo y a los pobres les ocurre todo lo
contrario, lo que trae como consecuencia el fomento de la desigualdad de
clases.
Gracias a los
avances tecnológicos que hubo en medicina, con los cuales se han encontrado
curas para enfermedades mortales, es algo evidente que se producen menos
muertes y nuestra esperanza de vida es más alta, conlleva a que los gobiernos
inviertan menos en salud, educación, etc., es decir, en el bienestar general de
la población mundial, y más en la rama tecnológica. Esto dará lugar a que
solamente las clases altas tengan acceso a los beneficios que aportarán esos
avances, pues son los que se pueden costear esos lujos.
Pero, ¿por qué
hacen esto los gobiernos? Algunas de las razones que se nos ocurren, y gracias
al ejemplo que dió sobre los coches Yuval Noah, es que si los automóviles se
manejan a través de una única red (que podría ser Google) eliminan el puesto de
taxista, autobusero, profesor de autoescuela…. pues como es bien sabido existe
la app de google maps la cual se podría conectar al coche de forma que marcaras
la dirección a la que deseas ir. Resumiendo que de esta forma se evitarían una
mano de obra inservible.
Otra mención
importante que nos hace es la parte en la que habla de los problemas que pueden
traer una guerra o el hambre en África en contraposición con los que trae el
cambio climático. Llega a la conclusión de que el cambio climático puede
arrasar con todo, ya sea con la población, como con los animales o las plantas,
pero, las clases altas siempre serán salvadas gracias a su gran poder ya que
podrán disponer de tecnología que les ayude a ello, y, en cambio las clases
bajas no. Aún así, este avance de las tecnologías podría evitar dicho
acontecimiento.
Visto esto, la
pregunta que nos plantea la profesora de nuevas tecnologías en la pasada clase
teórica del día 8/02/2017 es: ¿cuál será
el tipo de educación necesaria en una sociedad plagada cada vez más de
tecnología?.
Si nos
remontamos a la revolución industrial, la burguesía buscaba que los hijos de
los trabajadores y ellos mismos pudieran formarse para así poder manejar la maquinaria futura. Ahora bien, si nos paramos
a ver qué ocurre en la actualidad nos llama la atención cómo en tan poco tiempo
ha crecido la tecnología. La revolución tecnológica se ha implantado en nuestra
vida, pero, si no se controla, podrá traer consigo unas posibles consecuencias.
Retomando el
ejemplo sobre “el control automovilístico”que da en la entrevista Yuval Noah,
así como los taxistas, autobuseros, profesores de autoescuela se quedarían sin
trabajo, podría pasarle lo mismo a cualquier persona en cualquier puesto.
Y ahora nos
preguntamos ¿Podría ocurrir esto mismo con los docentes? Pues nosotros pensamos
que si. Por ejemplo, en los gimnasios ya no se contrata a muchos monitores, pues
es por medio de los profesores virtuales, a través de tutoriales por los que se
dan las clases dirigidas de spinning, zumba, aquagym…., si esto mismo ocurre en
una clase dirigida en un gimnasio ¿Porque no en un aula? como mucho quedarán un
par de docentes que puedan resolver algunas dudas un poco específicas, aunque
no lo creemos pues si tienen acceso a internet se podría resolver en un
momento. Incluso algunas clases de la universidad se dan a través de
videoconferencias que puedes ver desde casa sin necesidad de acudir al aula.
Reflexionando
sobre este tema hemos pensado que aparte de sustituir la entidad del docente,
puedan llegar a eliminar la educación, pues, si os parais a pensar, la mayoría
de las app y de internet hay una tecla con símbolo de micrófono que con solo
pulsarla hablas y das una orden o dictas algo y sale el texto correspondiente
al que vas citando.
Vivimos por
tanto, en una sociedad en la que lo único que va a interesar enseñar en un
futuro quizás no muy lejano, va a ser a leer y escribir, ya que las máquinas
serán las encargadas de repararse automáticamente y nadie necesitará ayuda de
otro ser humano.
Como
conclusión final decir que no debemos dejar que las máquinas y las tecnologías
dominen nuestras vidas, sino que deberíamos simplemente tenerlas como apoyo
porque podrán llegar a ser las verdaderas culpables de nuestros despidos en un
futuro.
Y por último, haciendo referencia al ámbito educativo que es el que nos concierne a nosotras y nosotros como futuros docentes, es que bajo nuestro punto de vista, el sistema educativo tiene la responsabilidad de formar en las nuevas tecnologías, tanto a futuros docentes como a los que ejercen en la actualidad en nuestras escuelas, ya que nos pueden ofrecer numerosas utilidades que las tradicionales no pueden cubrir, y para que estos no se vuelvan reacios a usar estas, pues hoy en día, algunos no quieren cambiar las herramientas didácticas tradicionales por miedo a verse infravalorados por sus discentes o por simple comodidad. De manera que creemos que la forma positiva en la que se puede contribuir al uso de las TIC, en los centros educativos y para que estas tengan una repercusión positiva en nuestras vidas, es fomentar la continua formación de nuestros docentes y sobre todo concienciar que son una herramienta que si se usa debidamente, supone un elemento motivador para el alumnado, pero si se hace un uso exclusivo de las TIC, los niños pueden llegar a centrarse solo en el formato y no en el contenido de lo que se enseña mediante ellas.